
El babilónico de “la calle” recurría de forma constante y combinándola con la religión a la magia y la brujería que disponían de un amplio repertorio de hechizos y contra-hechizos para todos los aspectos de la vida y para paliar las deficiencias de los dioses menores pues como se asumía y escribía en un texto de la época:”No puedes enseñar a tu dios a correr como un perro detrás de ti”.

En 1938 el doctor Wilhelm, un arqueólogo austríaco, al revisar material almacenado en el Museo de Bagdad halló un objeto que podría alterar drásticamente los conceptos aceptados sobre el conocimiento antiguo.
Era un recipiente de unos quince centímetros de alto de cerámica amarilla, fechado en unos dos milenios atrás. El doctor Konig tenía conocimientos técnicos que le permitieron darse cuenta de inmediato de que se hallaba ante una antigua pila eléctrica.
Se probó una réplica de la pila de Bagdad con resultado positivo, obteniendo 0,87V. Varias celdas en serie habrían dado suficiente potencial como para hacer el plateado electrolítico de pequeños objetos.
Era un recipiente de unos quince centímetros de alto de cerámica amarilla, fechado en unos dos milenios atrás. El doctor Konig tenía conocimientos técnicos que le permitieron darse cuenta de inmediato de que se hallaba ante una antigua pila eléctrica.
Se probó una réplica de la pila de Bagdad con resultado positivo, obteniendo 0,87V. Varias celdas en serie habrían dado suficiente potencial como para hacer el plateado electrolítico de pequeños objetos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario